Ya sonreímos a esas lágrimas
y devoramos cada pena
hasta ser dos escuálidos
inmunes al peso del miedo.
Ya cayeron los inviernos
y callaron los pájaros
según perecían las hojas,
y aunque reíamos menos
esperamos la primavera
con rebeldía en los ojos.
Ya se hizo el silencio
y le gritamos afónicos;
ya nos bailamos la paz
y peleamos lo trágico.
Fuimos caótica armonía.
y devoramos cada pena
hasta ser dos escuálidos
inmunes al peso del miedo.
Ya cayeron los inviernos
y callaron los pájaros
según perecían las hojas,
y aunque reíamos menos
esperamos la primavera
con rebeldía en los ojos.
Ya se hizo el silencio
y le gritamos afónicos;
ya nos bailamos la paz
y peleamos lo trágico.
Fuimos caótica armonía.