un equipo campeón para él
no habrá día que no muera una utopía
sin error ni culpa
a manos del cabrón que no la merece
esa es la cruda miseria de este mundo
y yo pulcro
solo en valores que tengo que defender
nacen matices
pero en esencia suena la base de ayer,
sigo el surco
-nervios fonocaptores sin atajos ni trucos-
así descubro
a qué suenan los poros cuando hablamos de piel
cuánta dulzura cabe en la sal,
con qué se ponen esos locos del Straight Edge.
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