Hay un ejército de billetes domesticando el ego,
me lo crucé y ni un alma;
si las mentes son trueques y la conciencia fuego
dame principios, no dinero
¿Agua pa incendios? Mira estos ojos: toma mi calma
que no hay Dios ni oído para sus odios,
hoy no:
estoy ocupado poniendo mis propias trampas
suelos de cartón en podios
sueños de insomnio para la imperfecta ocasión
en que Hollywood te va a matar
pero antes captas que toda copia es un ancla.
Vamos a flotar,
al fin y al cabo al fondo hay sólo un coral de malas ratas,
habrá que nadar,
inventarse una isla, preguntarse a cuántas brazas.
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