Escritores locos dibujan sobre lienzos de aire,
preciosas palabras que juegan al son del don nadie
adicto al fugaz delirio hasta el último baile.
Deja que desaparezca por ese callejón
la extraña sombra que dicta lo que fuimos;
susúrrale al cuervo que Londres es sol,
más allá de la niebla donde nos perdimos.
Deja que te abrigue el calor
que libra de mala sangre a la tierra,
enterremos el congelador
y mandemos cualquier dolor
envuelto en olvido, a la puta mierda.
¡Aqui te has sobrado niño! Me encanta ;)
ResponderEliminarRakel