Tengo razones, créeme,
y algunas cicatrices en la espalda
para que la vida no me lleve,
y dejarme jugarla hasta que arda.
Disfruto de caóticos atardeceres
en la selva de mi alma
y entre risas me enfrento a la noche
prolongándolos hasta el alba.
Silbo mal y lo hago adrede,
sin celda alguna para mi calma;
sé de horizontes que nunca duelen...
Tengo una linterna malva.
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