Ya superé tu otra cara
y su reflejo en la mía,
ya le robé a mi piel
el dolor de las heridas
que dentro escondía.
Ya te pensé como quería
en la guarida de recuerdos
que mi perdón merecían.
Mucho más allá de tí,
donde guardo la alegría,
por si de pronto se va el sol
y me da miedo la oscuridad,
tener un luz encendida.
Por si me vuelvo loco
y pierdo el rastro
huyendo de mi alevosía,
aún guardo retazos
en el bolsillo roto
de mis roídas utopías.
Para mirar atrás y pensar:
te sobreviví, que no es poco...
Y te sobreviví de tal manera
que sin ti hoy sería cualquier otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario