Me sorprendieron, para mal, el comunicado de Lechowski y la entrevista de Kase O en La Cuarta Parte. Es como un puto show cooking de cuánto daño hacen los haters al arte, que hasta le crecen a los artistas los enanos de su ego. De toda la vida ha habido referentes, referencias, dulces y amargos errores y aciertos, casualidades y coincidencias. Puede que las ideas sean casi infinitas pero no los conceptos, ni las formas de crear, sentir o emocionarse, ni mucho menos las palabras. Uno se deja llevar por su orgullo (que si "se ha colgado de mi hype", que si "espero que sea un puto éxito la obra y no sea un puto coñazo y un puto tedio") y otro por sus miedos, como si se hubiese olvidado de las palabras con las que arranca su obra maestra. Y mira que he leído libros, observado cuadros, series y películas, escuchado discos y triunfado noches y fines de semana por poder ir a auténticos recitales, conciertos y festis. Lo que nunca se me ha ocurrido es revisar qué hago, después de tanto arte, a ver si va a ser dañina la experiencia, por inocente, improvisada e indomable que sea. Imagino que da igual, estando al margen de todo en este micromundo de los escritores anónimos, pero J.O.D.E.R.!! Si las bases las imponen esos seres de la crítica destructiva y el arte termina siendo otra ley marcial.
05 octubre, 2016
27 septiembre, 2016
TRILOGÍA DEL AGUA (III): VERBOS SIN NOMBRE
Llegó septiembre como de costumbre,
un niño había tropezado y después de llorar
-como si nada-
cambió de tercio, lo vio más claro y empezó a reir.
Pronunció su primera palabra: Timbre
y según la escuché sonó y según sonó me perdí
en un patio infinito
a jugar con verbos que aún no tienen nombre.
...
Llegó septiembre pero Nunca antes
me habían hablado los ojos de una bruja sin boca
dicen
que ya es hora de no volver al aula
-que toca
clausurar el viejo lenguaje, descerrajar las jaulas-,
que Ayer
es solo un tempo para empujar estatuas.
dicen sus pupilas púrpura-tinta de la aurora-
que todos somos niños sin dientes
y hay que caerse, partirse la cara,
para sentir la vida como sentimos Ahora
esta montaña rusa que nos saca cada entraña por su risa
y cada herida por su cicatriz;
que estremece cuanto somos hasta cada puro extremo
pero nos sujeta y fluye sola.
...
Llegó septiembre
con verbos que aún no tienen nombre,
mirándome como yo te miro a tí
-como nos mira el agua-
hoy que diluvia en todas direcciones.
un niño había tropezado y después de llorar
-como si nada-
cambió de tercio, lo vio más claro y empezó a reir.
Pronunció su primera palabra: Timbre
y según la escuché sonó y según sonó me perdí
en un patio infinito
a jugar con verbos que aún no tienen nombre.
...
Llegó septiembre pero Nunca antes
me habían hablado los ojos de una bruja sin boca
dicen
que ya es hora de no volver al aula
-que toca
clausurar el viejo lenguaje, descerrajar las jaulas-,
que Ayer
es solo un tempo para empujar estatuas.
dicen sus pupilas púrpura-tinta de la aurora-
que todos somos niños sin dientes
y hay que caerse, partirse la cara,
para sentir la vida como sentimos Ahora
esta montaña rusa que nos saca cada entraña por su risa
y cada herida por su cicatriz;
que estremece cuanto somos hasta cada puro extremo
pero nos sujeta y fluye sola.
...
Llegó septiembre
con verbos que aún no tienen nombre,
mirándome como yo te miro a tí
-como nos mira el agua-
hoy que diluvia en todas direcciones.
TRILOGÍA DEL AGUA (II): PUEDES INSISTIR
Se pervirtió la luz tras un vestido rojo,
atardecía un día cualquiera en las fiestas de su barrio
y la piel del cielo desembocó en carmín.
No estorbó la distancia entonces,
el navío del tiempo atraca donde la marea muerde
-preguntándose-
una mente o sus dientes ¿qué da más de sí?
Interrogantes y retórica en una instantánea
-carne de inconsciente-
si dicen que tienen techo o paredes mienten
estos abriles aún sin abril
que ha llovido, sí,
tanto y tan espontáneo que naufragó el delirio- mi rara avis-
sobre una arena añil.
atardecía un día cualquiera en las fiestas de su barrio
y la piel del cielo desembocó en carmín.
No estorbó la distancia entonces,
el navío del tiempo atraca donde la marea muerde
-preguntándose-
una mente o sus dientes ¿qué da más de sí?
Interrogantes y retórica en una instantánea
-carne de inconsciente-
si dicen que tienen techo o paredes mienten
estos abriles aún sin abril
que ha llovido, sí,
tanto y tan espontáneo que naufragó el delirio- mi rara avis-
sobre una arena añil.
Al verlo huyeron hasta los fareros de ese viejo puerto,
asustados por su propio parpadeo,
como si no existiese Norte alguno -un solo paradero-
y de repente la roca se descubriese ola.
Espuma y resaca;
búscame tirado en la playa de la vida ociosa,
llevo escrito en el brazo un número por si la avisas,
fingiré estar casi muerto hasta su boca a boca
-le diré al oído Si quieres, puedes insistir-.
asustados por su propio parpadeo,
como si no existiese Norte alguno -un solo paradero-
y de repente la roca se descubriese ola.
Espuma y resaca;
búscame tirado en la playa de la vida ociosa,
llevo escrito en el brazo un número por si la avisas,
fingiré estar casi muerto hasta su boca a boca
-le diré al oído Si quieres, puedes insistir-.
09 agosto, 2016
SARMMU MASSIF
(I)
Cuando la bandada de pájaros llegó al cielo de su boca
descendían los dedos como afluentes
al océano donde, dicen, se esconde el mayor de los volcanes.
(II)
Triángulo sin bermudas,
140 millones de años y ni aquí ni en Marte
saben del tiempo Cuánto dura
con el preciso deleite que es pensarte
si en cada poro de la entretela
que hay entre tu mundo y mi cabeza
tiemblo gritando o mudo.
Y yo me pregunto ¿Cuál es la duda?
Si de la esfera y las agujas me quedo con su indomable ausencia,
el aliento perdiéndose con vectores capicúa
entre los cuatro ojos translúcidos que tiene una caricia.
(II)
Me quedo
con los nervios en estampida,
los animales descerrajados de pieles para adentro,
de mentes hacia afuera;
las ideas y sus cuerpos,
interiores y extremidades entrelazados
absortos e incrédulos después…
...La vida así, girando en torno como un péndulo.
(IV)
Si entre tanto tiempo soy cuando
sin hablar del tiempo, del tiempo hablo,
y de echar de menos nace
la necesaria habilidad para descontarlo.
Si me descubro
vertiendo café en los relojes de la casa,
tachando varios días a la vez
en los aburridos calendarios de sus oficinas.
exigiendo a los soles
como si fuesen fases lunares:
si están llenos les visto de chándal,
les pongo a correr.
...Y la vida así,
rompiendo el siglo de las crisálidas,
desenterrando los mosquitos de un mundo perdido,
aún escarban en ámbar para volver a salir.
(V)
Y yo me pregunto: ¿Qué duda?
Si del tiempo me quedo
con su relatividad, el giro entretenido,
gemido par en días impares.
Perdido en el loop de una hipérbole
dejándome el deseo en otra preciosa partitura,
de la blanca a las corcheas
pasan mil negras por mi caos como embistiendo trenes
y qué hay de los dientes que para tí tiene mi ternura.
billete solo de ida
al puro muerdo donde se confunden nuestros andenes.
(VI)
Que me estremezco
incluso ahora, de vuelta a aquel pasaje,
si el recuerdo me embiste
y cada neurona se vuelve carne.
Que me estremezco
y sobre cada quicio de cada entonces
eres enfoque
si tiembla cada nervio de mis córneas,
constantes ígneas,
y no hay marea ni faro de Alejandría
capaz de despistarme
cuando sonríes mirando hacia un lado
y por las orillas de tus ojos
hay veleros blancos
hechos con restos de mis correas.
(VII)
Que me estremezo
y sin querer correr me corro solo de sentirte,
pero quién evita pensarte
cuando sonríes mirando hacia un lado
y el fondo de la tierra supera incluso un volcán en Marte.
Cuando la bandada de pájaros llegó al cielo de su boca
descendían los dedos como afluentes
al océano donde, dicen, se esconde el mayor de los volcanes.
(II)
Triángulo sin bermudas,
140 millones de años y ni aquí ni en Marte
saben del tiempo Cuánto dura
con el preciso deleite que es pensarte
si en cada poro de la entretela
que hay entre tu mundo y mi cabeza
tiemblo gritando o mudo.
Y yo me pregunto ¿Cuál es la duda?
Si de la esfera y las agujas me quedo con su indomable ausencia,
el aliento perdiéndose con vectores capicúa
entre los cuatro ojos translúcidos que tiene una caricia.
(II)
Me quedo
con los nervios en estampida,
los animales descerrajados de pieles para adentro,
de mentes hacia afuera;
las ideas y sus cuerpos,
interiores y extremidades entrelazados
absortos e incrédulos después…
...La vida así, girando en torno como un péndulo.
(IV)
Si entre tanto tiempo soy cuando
sin hablar del tiempo, del tiempo hablo,
y de echar de menos nace
la necesaria habilidad para descontarlo.
Si me descubro
vertiendo café en los relojes de la casa,
tachando varios días a la vez
en los aburridos calendarios de sus oficinas.
exigiendo a los soles
como si fuesen fases lunares:
si están llenos les visto de chándal,
les pongo a correr.
...Y la vida así,
rompiendo el siglo de las crisálidas,
desenterrando los mosquitos de un mundo perdido,
aún escarban en ámbar para volver a salir.
(V)
Y yo me pregunto: ¿Qué duda?
Si del tiempo me quedo
con su relatividad, el giro entretenido,
gemido par en días impares.
Perdido en el loop de una hipérbole
dejándome el deseo en otra preciosa partitura,
de la blanca a las corcheas
pasan mil negras por mi caos como embistiendo trenes
y qué hay de los dientes que para tí tiene mi ternura.
billete solo de ida
al puro muerdo donde se confunden nuestros andenes.
(VI)
Que me estremezco
incluso ahora, de vuelta a aquel pasaje,
si el recuerdo me embiste
y cada neurona se vuelve carne.
Que me estremezco
y sobre cada quicio de cada entonces
eres enfoque
si tiembla cada nervio de mis córneas,
constantes ígneas,
y no hay marea ni faro de Alejandría
capaz de despistarme
cuando sonríes mirando hacia un lado
y por las orillas de tus ojos
hay veleros blancos
hechos con restos de mis correas.
(VII)
Que me estremezo
y sin querer correr me corro solo de sentirte,
pero quién evita pensarte
cuando sonríes mirando hacia un lado
y el fondo de la tierra supera incluso un volcán en Marte.
05 agosto, 2016
AMARGOLOGÍA (I): AD HOMINEM
Intento no criticar ad hominem
pero ahora es tan fiel a tí tu rastro que no capto
atisbo alguno de otra forma de ser;
les dije "nostálgicos, más vale que rebobinen
si quieren volverle a ver
como era antes de aquel puto baile de máscaras
donde su cara se hizo cáscara"
¿Lo tuyo fue un suicidio o un crimen?
Ni te despediste de tí mismo antes de irte;
sentí el luto sobre la piedra, una gran bolsa negra,
no dejó ni polvo la escoba y nunca pensé
qué fueses tan fácil como para poderte barrer.
¿A cuánto te vendiste?
Tú que decías que ni una bandera
tejida de costa a costa por las carteras
donde se corre el poder.
¿Dónde lo escondes ahora?
Ese gesto tan tuyo que ya ni puede tu nueva cara,
solo una sonrisa bárbara
detrás del foco, el falso abrazo, la alambrada.
Todos sabemos que Nada,
que por dentro no puedes ser feliz como eras entonces;
pero hay quien aún te recuerda y te conoce
con el triste odio que se reservan el amor y la rabia.
Aún existe quien le quiere y le ama,
a ese Yo tuyo del vertedero que ya ni huele la luz
Allí suben muchos pisando cadáveres
para ser mentiras exactamente iguales que tú.
pero ahora es tan fiel a tí tu rastro que no capto
atisbo alguno de otra forma de ser;
les dije "nostálgicos, más vale que rebobinen
si quieren volverle a ver
como era antes de aquel puto baile de máscaras
donde su cara se hizo cáscara"
¿Lo tuyo fue un suicidio o un crimen?
Ni te despediste de tí mismo antes de irte;
sentí el luto sobre la piedra, una gran bolsa negra,
no dejó ni polvo la escoba y nunca pensé
qué fueses tan fácil como para poderte barrer.
¿A cuánto te vendiste?
Tú que decías que ni una bandera
tejida de costa a costa por las carteras
donde se corre el poder.
¿Dónde lo escondes ahora?
Ese gesto tan tuyo que ya ni puede tu nueva cara,
solo una sonrisa bárbara
detrás del foco, el falso abrazo, la alambrada.
Todos sabemos que Nada,
que por dentro no puedes ser feliz como eras entonces;
pero hay quien aún te recuerda y te conoce
con el triste odio que se reservan el amor y la rabia.
Aún existe quien le quiere y le ama,
a ese Yo tuyo del vertedero que ya ni huele la luz
Allí suben muchos pisando cadáveres
para ser mentiras exactamente iguales que tú.
05 julio, 2016
VICIO, TRICIO Y DESQUICIO
Empezó a llover en pleno mayo,
yo era entonces pura inquietud bajo su luz;
alegría y renovado reflejo,
como si pudiese interpretar cualquier huella
y sus dedos tuvieran ojos.
Empezó a diluviar sobre la lluvia,
yo pensando en pactar
la forma de no cerrar el grifo,
preguntándome, respondiendo
¿Qué sería de nosotros
si cuando parece terminar
volviésemos al inicio?
Hay preguntas que sacan de quicio,
y dentro del suyo se está tan bien...
Mientras nos secábamos y mirábamos
su todo era un solo
dentro del imaginario, mutuo precipicio.
Una vergüenza, rendida, se suicidaba entonces,
y mi memoría retenía el dolmen
para volverse pulmón, veleidad resumida en suspiros.
Si hoy me transcribo
diluvia sobre la lluvia aun cuando reinicio;
lo tuve que titular
y no hubo acuerdo alguno: Vicio, tricio y desquicio.
yo era entonces pura inquietud bajo su luz;
alegría y renovado reflejo,
como si pudiese interpretar cualquier huella
y sus dedos tuvieran ojos.
Empezó a diluviar sobre la lluvia,
yo pensando en pactar
la forma de no cerrar el grifo,
preguntándome, respondiendo
¿Qué sería de nosotros
si cuando parece terminar
volviésemos al inicio?
Hay preguntas que sacan de quicio,
y dentro del suyo se está tan bien...
Mientras nos secábamos y mirábamos
su todo era un solo
dentro del imaginario, mutuo precipicio.
Una vergüenza, rendida, se suicidaba entonces,
y mi memoría retenía el dolmen
para volverse pulmón, veleidad resumida en suspiros.
Si hoy me transcribo
diluvia sobre la lluvia aun cuando reinicio;
lo tuve que titular
y no hubo acuerdo alguno: Vicio, tricio y desquicio.
ACUÉRDATE
Acuérdate de Entonces
cuando la noche muera trémula
y una párvula veleidad agarrada al primer Rayo
ría el Ahora que amanece
y amanece y amanece y amanece y amanece
-como un gallo al que piden bises-
Acuérdate si ves la jaula abierta
y dentro no queda ni el eco de un pájaro triste;
si la saliva cubre el pienso de los bárbaros
que disfrutaron siendo amos
-cuanto no pudieron siendo libres-.
Acuérdate
si las palabras se vuelven piel
y tiemblan cuando me lees
así,
hecho un poema de fonemas incrédulos
donde las sílabas son células
y cada caricia impide saber de quién.
...Acuérdate...
Cuando el niño caiga
y se lleve las manos a la vergüenza y la risa
a la vez.
Si ves las alas
de alguien creyendo aun invisible al resto,
cantando a la sombra
de los tímpanos de sus desiertos.
Acuerdate de Entonces,
pues según caiga aprenderá a desprenderse de sí;
como el tiempo tras los ecos del suelo y la sangre...
El Presente y la Cicatriz.
cuando la noche muera trémula
y una párvula veleidad agarrada al primer Rayo
ría el Ahora que amanece
y amanece y amanece y amanece y amanece
-como un gallo al que piden bises-
Acuérdate si ves la jaula abierta
y dentro no queda ni el eco de un pájaro triste;
si la saliva cubre el pienso de los bárbaros
que disfrutaron siendo amos
-cuanto no pudieron siendo libres-.
Acuérdate
si las palabras se vuelven piel
y tiemblan cuando me lees
así,
hecho un poema de fonemas incrédulos
donde las sílabas son células
y cada caricia impide saber de quién.
...Acuérdate...
Cuando el niño caiga
y se lleve las manos a la vergüenza y la risa
a la vez.
Si ves las alas
de alguien creyendo aun invisible al resto,
cantando a la sombra
de los tímpanos de sus desiertos.
Acuerdate de Entonces,
pues según caiga aprenderá a desprenderse de sí;
como el tiempo tras los ecos del suelo y la sangre...
El Presente y la Cicatriz.
ANTI-RUIDO (II)
He echado mis cuentas y, siendo honesto
en esto de vivir sintiendo, hoy lo
quiero todo;
alguien hizo un drama y esgrimió
problemas,
lo resumí en "Pues nada, llama al
señor Lobo".
Apagado o fuera de cobertura,
hay elecciones y la democracia le
tendrá entretenido;
así que es tiempo de aprovechar el
tiempo,
hay demasiada música buena
como para que alguien elija seguir
siendo ruido.
Hablemos si quieres, vano y tendido,
de cómo el cobarde devora una
felicidad impuesta;
tumbémonos después a mirar la lluvia
de perseidas
mientras los nihilistas buscan a
tientas
una póstuma razón para justificar su
propio suicidio.
Es hora de tirar de la cuerda,
aprender nuevas alas, reformar el
prisma,
hacer más horizontal el mundo.
Imitar las camas al edificar los pisos;
amar sin vértigo la jerga
que convierte en aire fresco un
precipicio.ANTI-RUIDO (I)
Mi conciencia es polvareda de caballos
apátridas,
rastro efímero en el desierto
de los escuadrones que enarbolan la
mentira colectiva:
orden cualquiera hacia una meta sin
camino.
Suena la música
mientras le digo al horizonte que solo
huyo del ruido
“Respeta las distancias;
es vivir, no estar más cerca, lo que
hoy desata mi júbilo
y no te quiero más cerca de la cuenta:
en cuanto esos bárbaros trepas me den
por muerto
podré volver a respirar tranquilo”.
Si se acabasen los sueños de mis ojos
abiertos
sería como vivir la propia muerte,
trascender la extraña esencia que
mueve el mundo. ES UN HECHO
Yo tengo para tí un templo
a la maldad bonita, a la picardía inocente
que tira de sus pocas neuronas para hacerte reir.
Boomerangs inconscientes,
como mirar tu boca aun cuando me puedo romper;
el acantilado y la sed
hechos a la vez de viento, resaca y roca.
La vida tan breve
que atrapo la luz y monto un loop
paseando por la playa de este mar en ciernes.
Lo guardo cada domingo,
sumaste matices desde el viernes,
perdido en tus formas
¿Cómo saber del horizonte?
Si en tí me pierdo y sobre la arena del tiempo crepitan,
en una hoguera,
los relojes a los que condeno a ser engranajes de madera..
Es un hecho echarse de menos incluso con la piel,
y mentiría si dijera
que no bailo a escondidas cuando los siento arder.
Que sin subir la persiana ya abrí los párpados;
la vida tan breve
y un sólo músculo aspirando
a ser azotea de sus muchos sueños sonámbulos.
Pies descalzos ascendiendo, esquivando
la vida tan breve,
esferas de hielo para agujas de fuego y miel.
a la maldad bonita, a la picardía inocente
que tira de sus pocas neuronas para hacerte reir.
Boomerangs inconscientes,
como mirar tu boca aun cuando me puedo romper;
el acantilado y la sed
hechos a la vez de viento, resaca y roca.
La vida tan breve
que atrapo la luz y monto un loop
paseando por la playa de este mar en ciernes.
Lo guardo cada domingo,
sumaste matices desde el viernes,
perdido en tus formas
¿Cómo saber del horizonte?
Si en tí me pierdo y sobre la arena del tiempo crepitan,
en una hoguera,
los relojes a los que condeno a ser engranajes de madera..
Es un hecho echarse de menos incluso con la piel,
y mentiría si dijera
que no bailo a escondidas cuando los siento arder.
Que sin subir la persiana ya abrí los párpados;
la vida tan breve
y un sólo músculo aspirando
a ser azotea de sus muchos sueños sonámbulos.
Pies descalzos ascendiendo, esquivando
la vida tan breve,
esferas de hielo para agujas de fuego y miel.
13 junio, 2016
LOS VIERNES PÁRVULOS
La vida tan breve
traspasa el pálpito y las válvulas;
el tiempo ni adrede podría medirme,
una rara alegría
me triangula cuadrando círculos
y baila con cada error de cálculo
...
... ...
-dando forma al equilibrio-
Salgamos que hace buen día y si llueve
será otra vez
delirio asaltando nuestro mundo desde una nube
la vívida premura,
el instante que mece los sueños sonámbulos,
voluntad de viernes párvulo
posada en la rama para cantarle al viejo lunes.
Salgamos que hace un buen día y si llueve
saldrá el arcoiris
mientras pervertimos una clase de matemáticas
desdiciendo al catedrático.
Contaremos los colores por matices sin nombre,
sentados en ellos,
balanceando las piernas:
Mira la ciudad desde un transportador de ángulos.
02 mayo, 2016
"TSSS...¡CALLA!"
Suena suave la música con las manos sobre el volante
y el corazón despistado en el atardecer ámbar,
salpicándolo a ratos de trazos verdes y malvas
como si describiesen la forma en que,
de tanto intentar evitarla, se ha vuelto inevitable.
Adentro el pájaro azul de Bukowsky,
que canta como un loco cuando la ve.
Con una rara alegría le dije "Tsss...Calla!
si ya te dijo que no podía volver a pasar
-y acaricié sus alas inquietas-
Recuerda la rara pena que nos deja después".
30 marzo, 2016
QUIZÁS MAÑANA
Es ella la ciudad
a la que llego fingiendo veranos;
sus calles tienen la costumbre
de besarme con los dientes.
Me dice algo tierno a los oídos,
después muerde.
Yo escucho y callo,
me dejo llevar por un mapa que varía,
capricho de sus labios.
Pierdo la cuenta de rascacielos de cal y arena,
sujeto el cielo con los ojos abiertos,
me desangro sin prisa hasta empadronarme.
Nunca había perdido el aliento por las heridas
ni sentido la rabia esfumarse diciendo "Mira...
...Cómo cicatrizan según sale".
Será que el amor que duele no existe
y en el albor de este delirio
no existen avenidas llamadas Para Siempre.
Será que una vez lo sabe
uno camina por ellas sin pensar si camina,
concentrado en el instante.
Es ella la ciudad
a la que llego fingiendo veranos,
y de sus calles me iré
(quizás mañana)
sabiendo que en las mentes sin puertas
florece hasta en diciembre.
a la que llego fingiendo veranos;
sus calles tienen la costumbre
de besarme con los dientes.
Me dice algo tierno a los oídos,
después muerde.
Yo escucho y callo,
me dejo llevar por un mapa que varía,
capricho de sus labios.
Pierdo la cuenta de rascacielos de cal y arena,
sujeto el cielo con los ojos abiertos,
me desangro sin prisa hasta empadronarme.
Nunca había perdido el aliento por las heridas
ni sentido la rabia esfumarse diciendo "Mira...
...Cómo cicatrizan según sale".
Será que el amor que duele no existe
y en el albor de este delirio
no existen avenidas llamadas Para Siempre.
Será que una vez lo sabe
uno camina por ellas sin pensar si camina,
concentrado en el instante.
Es ella la ciudad
a la que llego fingiendo veranos,
y de sus calles me iré
(quizás mañana)
sabiendo que en las mentes sin puertas
florece hasta en diciembre.
09 marzo, 2016
Y RIE DARA
Quién dice cuándo tiene que sonar el timbre,
pregunta Dara,
porque Dara lo pregunta todo,
y si a veces nadie contesta
lo pregunta otras mil quinientas siete veces.
Dara nunca riega el techo, sabe que siempre llega septiembre
y mata el hambre de la tristeza
devorando lo que cae de una constelación silvestre.
Dara dice que nació con el recreo en la piel,
que sabe distraerse
y no le cuadra el tiempo hasta que llega el siguiente,
que no quiere juguetes guardados un puto cesto de mimbre,
que sin usar para qué tener;
Dice Dara siempre
que sus ideas salen y escapan como liebres
y suelen crecer tan rápido
que puede subirse a ellas cuando las vuelve a ver.
A Dara le han hablado de la Razón,
pero no la comprende;
inventa con puzzles laberintos,
se mete dentro de las piezas que faltan
sin afán alguno de resolverse.
Le gusta sentir que no pasa nada,
y dice Dara
que ríe su suerte cuando se pierde.
pregunta Dara,
porque Dara lo pregunta todo,
y si a veces nadie contesta
lo pregunta otras mil quinientas siete veces.
Dara nunca riega el techo, sabe que siempre llega septiembre
y mata el hambre de la tristeza
devorando lo que cae de una constelación silvestre.
Dara dice que nació con el recreo en la piel,
que sabe distraerse
y no le cuadra el tiempo hasta que llega el siguiente,
que no quiere juguetes guardados un puto cesto de mimbre,
que sin usar para qué tener;
Dice Dara siempre
que sus ideas salen y escapan como liebres
y suelen crecer tan rápido
que puede subirse a ellas cuando las vuelve a ver.
A Dara le han hablado de la Razón,
pero no la comprende;
inventa con puzzles laberintos,
se mete dentro de las piezas que faltan
sin afán alguno de resolverse.
Le gusta sentir que no pasa nada,
y dice Dara
que ríe su suerte cuando se pierde.
14 febrero, 2016
EIDETISMO (I)
La lluvia se acuesta en una ciudad que no duerme,
avanzado el invierno,
hasta mucho después de un sol que nadie ha visto,
anhelo de aullidos
para el lobo que decidió cambiar de turno
y cantarle a la luz.
Infinitas gotas se estrellan contra las cárceles
y puedo ver las calles derretirse
entre letreros, farolas y coches rumiantes
dentro, quizás,
niños grandes encaprichados con la idea
de que la vida sigue sabiendo a colores
a pesar de todo.
Ahí abajo,
donde la prisa por no mojarse ahoga relojes,
una mujer con paraguas grita
al que parece su amante,
Él corre hasta desaparecer,
entre una gota y otra
en el húmedo abrazo de dos bocas
(paradoja de)
extremidades sedientas
de la fértil patria que puede ser la mente.
EIDETISMO (II)
Cómo puedo recordar tan bien a alguien que no conozco,
tener mi eidetismo metido en su cama,
un espasmo que arranca en el cuello
y escapa por los dedos de los pies,
capaz de romper cada impresión de un encefalograma.
Hoy puedo leer en los posos del café
la proporción áurea
que inmortaliza la brevedad de una mirada;
se come la luz
su espalda de gotas bajando asustadas,
se come cada rincón de la habitación
si se gira para gemirme a la cara.
Se come su propia sombra,
devora la mía,
lo engulle todo en torno al Ahora,
le arranca vida incluso a la Nada.
28 enero, 2016
RENACIMIENTO (IX): PUNTO DE FUGA
Lo único errante en mi camino fue
no saber que el único bueno
es en el que estoy,
aunque nunca sepa donde queda,
me perdí antes de mañana
y después de ayer,
en el punto de fuga
donde la vida se subleva.
El mirlo de la blanca estampa,
posado en el alféizar de mi ventana,
aun siendo Enero le cantó al verano
mientras me veía arder.
Y yo entre las piernas del mundo
riendo y pensando
¿Qué coño le voy a hacer?
Si nunca sé decir qué será de mí,
ni me viviré con la misma piel.
Ahora que ahora es ahora
y devora cunetas y trampas
para ayudarme a ser campo a través.
Ahora que ahora es ahora
y a pesar de los vanos pesares sé
que el único camino bueno
es el que me deja perderme en él.
10 enero, 2016
ÉRASE UN NIÑO GRANDE
Érase una vez un niño grande
con un tesoro metido en un cesto de mimbre,
aguardando cada día salir del trabajo
para volver a abrirlo y poder jugar con él.
Su mujer le escuchaba reir en un cuarto,
el único vacío de la casa
salvo algún que otro trasto
y abría la puerta apresurada ¿Qué pasa?
Él resumía: "Aquí, jugando"
A escondidas, cuando él no estaba,
ella abría la habitación y el cesto,
pero nunca encontraba nada.
Aguardaba entonces a que llegara,
a que subiera y a escucharle reir
para, rápido, irrumpir en la sala
con cara de Inspectora de Hacienda.
Y él siempre con esa parsimonia,
diciendo Hola
como quien tiene hechas las cuentas.
Espió a hurtadillas su teléfono,
buscó entre la vieja correspondencia
aquella mujer curiosa
ya corrompida hasta por los celos,
de no saber ni preguntar
por las extrañas circunstancias.
Aquel viejo cesto de mimbre que,
cuando se divorciaron los padres de él
y tuvieron que cambiar de ciudad
extravió el camión de las mudanzas.
El cesto que encontró décadas después
y, aún dentro, el latido de un viejo músculo,
su corazón y con él,
latiendo desde el recreo del mismo Ayer,
como si fuese la primera, cada vez,
del coleccionista de la propia esperanza.
con un tesoro metido en un cesto de mimbre,
aguardando cada día salir del trabajo
para volver a abrirlo y poder jugar con él.
Su mujer le escuchaba reir en un cuarto,
el único vacío de la casa
salvo algún que otro trasto
y abría la puerta apresurada ¿Qué pasa?
Él resumía: "Aquí, jugando"
A escondidas, cuando él no estaba,
ella abría la habitación y el cesto,
pero nunca encontraba nada.
Aguardaba entonces a que llegara,
a que subiera y a escucharle reir
para, rápido, irrumpir en la sala
con cara de Inspectora de Hacienda.
Y él siempre con esa parsimonia,
diciendo Hola
como quien tiene hechas las cuentas.
Espió a hurtadillas su teléfono,
buscó entre la vieja correspondencia
aquella mujer curiosa
ya corrompida hasta por los celos,
de no saber ni preguntar
por las extrañas circunstancias.
Aquel viejo cesto de mimbre que,
cuando se divorciaron los padres de él
y tuvieron que cambiar de ciudad
extravió el camión de las mudanzas.
El cesto que encontró décadas después
y, aún dentro, el latido de un viejo músculo,
su corazón y con él,
latiendo desde el recreo del mismo Ayer,
como si fuese la primera, cada vez,
del coleccionista de la propia esperanza.
CUANDO NOS DÉ LA GANA
Siempre faltó amor
en las cocinas de los barcos,
yo haciendo café y tostadas
mientras me asomo a la ventana...
...Cae la tarde
y todo se vuelve un mar de luces,
como sus voces desde la cama.
Hay que joderse, cómo le agudiza el hambre,
ideas, ideas y más ideas,
nudos de sal con dulces desenlaces.
"¿En serio vamos a desayunar ahora?",
dice antes de reírse,
río antes de contestarle:
claro mujer, cuando nos dé la gana.
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