Mi madre tumbada en la cama
me acerco a arroparla y darle un beso;
ella me habla de lo rara que es la vida,
lo rápido que pasa y todo eso
en su mirada hay dos lagos perdidos,
el reflejo de las lunas que ya se han ido,
rosales cuyas espinas son puñales;
se desangra el hombre que hasta ahora he sido.
Se clavan tan hondo
que ni el dolor sabe decirme cuánto
será esto el miedo a la muerte,
los interiores del quebranto,
no poder ver así a quienes amas tanto.
Y yo sin saber ni qué decirle
paralizado ante su mueca triste;
ójala ahora se tire un pedo
porque prefiero las penas con chistes.
19 enero, 2025
NOCHEBUENA
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