02 febrero, 2015

TRÁNSITO (A)

Me encanta por cómo se ve,
no por la primera impresión
ni una posdata a pie de página.

Hay objetivos que retratan la vida
como un bello tránsito
de la desesperanza a la alegría:
sacar la sal de la herida,
y cada mañana de cada día
atarle al daño una brida
sonriéndole a tus propias lágrimas.

Ella es así.

Un otoño palpitante
en la levedad de las estaciones.

No hojas pálidas antes de suicidarse
ni una alfombra de hojas caídas
que saltan esquivas a nuestro paso...

...Y sirven de balsa a la tierra
cuando la guerra sube,
una nube sufre y, rápido, llueve,
sin pensar en quién duerme al raso.

Ella es la hoja que cae
en el justo instante
del mundo cambiando
hacia cualquier aburrido estado.

El más bello tránsito,
entre la rama que desiste
y el suelo que padece,

ajeno a los vientos cambiantes,

concentrada en lo breve
de cada átomo por separado.

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