01 junio, 2015

45123 DÍAS

Tan a tientas me perdí
en esa estropeada primavera
que olvidé el camino para conocer
esta otra inédita estación,
verde e impaciente, esperando a renacer.

Y, joder, no veas si llueve,
con ese cálido y anónimo tintineo
de lo que inspira y nunca duele
y, cuando menos lo esperas, para.

Las flores de los cerezos son órganos vitales;
para qué, si no, tenemos ojos en el corazón.

Escucho un leve silbido
haciendo bailar hierba, hojas y ramas,
y el pájaro replicándole el canto o los gemidos
o, según le da, innovando...
Para qué, si no, tendríamos oidos.

Me como cada regalo de la tierra,
cada sonrisa rebelde que se sienta sobre ella
a tocarle las cosquillas al futuro sin cascabel
para que ría un sueño prohibido.

Rozo la mirada esquiva
para decirle que, de este reino, las más bellas
son las mentes que construyen debajo de la piel
y su arte es toda una vida.

Rompo las pirámides de cosas,
la propiedad y las libertades deshumanizadas;
el drama sin motivo y los motivos para un drama,
los disgustos y las máscaras que pueda ahorrarme,
como esa mueca de quien aún te sonríe
por la egoista necesidad de volver a recuperarte
aunque por tí no sienta absolutamente  nada.

Proclamo, en nombre de mis sentidos
y un sentido homenaje a quienes la hacen posible,
la Alegría en todas sus locas formas
y no tres, sino 45123 días sin media asta en las banderas, 
volando allá donde quieran
sin suelo alguno que obligue a un Basta.

Para que sepan por ahí de los infinitos colores
que comparten y separan pesadillas y quimeras.

Como pregunta siempre, cuando vuelves, la primavera
¿Cuál de ellas pinta tu mejor persona?
¿Cuál de ellas te dibujó más honestamente libre?

Siete diferencias entre la flor de plástico
y la de los cerezos que miraste
que única nace y así de única se extingue.

Siete diferencias, siete,
entre el yo de antes y el Yo que ahora escribe;
unopalabras, separo verbos, letrassinplanes...
Me vivo inmerso, Ahora resiste. 

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