Yo ya no sueño, no;
dibujo en el interior de mis párpados
la que será mi lucha cuando abra los ojos.
Por fuera nunca fui nada:
obsolescencia programada frente a un espejo,
inevitable frivolidad fabricando ruinas
según caen bombas y marcha glorioso el tiempo.
Por dentro, en cambio, lo dí y lo doy todo,
y aún me siento osadía anillada a bandadas de pájaros
emigrando a lugares más necesarios y menos complejos
donde el instinto vuela solo
hasta posarse y protegerles de sus inevitables defectos.
Ahora que no sueño, dibujo,
sin pensar en lo que la razón quiere
o el corazón nublándose antes de que llueva,
la que será mi lucha cuando abra los ojos...
Es entonces, y sólo en ese instante,
cuando más me creo...
...Y no pasa nada
si dudo, si me dudan, si flaqueo,
ya está pintado y no hay quien evite
un simple y llano acto reflejo:
YO PARPADEO.
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