Yo
formulé vuelos en tu cielo
y
tu querías roce en mi nada,
te
invité a saltar en un charco
pero
seguías fuera, empapada.
Con
cara de no entender
mis
ecuaciones desquiciadas,
tú
seguías fuera
mientras
yo (solo) saltaba;
perdí
el Norte y al volver a ver
descubrí
que ya no estabas.
De
vuelta a casa salía el sol,
y
pensé que es más bella tu luz,
pero
los charcos ya se secaban
y
no pienso aguantar esa cruz.
((Sin
ella sí que saltabas))
No hay comentarios:
Publicar un comentario