03 abril, 2009

Sin titulo

Hago, deshago, me hacen y deshacen,

el caos nace entre movimientos incesantes

que sólo se transforman en tu mente.

Siento angustia al verlos estáticos, a veces,

cuando dicen que me tropiezo

y comienza otra vía, la del vacío,

frío por la mirada de las brasas ya mansas,

el bajo cero de un invierno sin ebrios,

o con la furia de tu dios, el río sin sangrías

que te absorbe para mojar poesías

con algo de rabia y minutos de fobia.

Y el amor no es otra historia,

por eso la nada se viste de tristes algos

mientras del precipio caigo

sin que me concedan el último baile.