14 mayo, 2014

DECÁLOGO DE LAS TRIZAS (X): HASTA LA ETERNIDAD

Ya superé tu otra cara 
y su reflejo en la mía, 
ya le robé a mi piel 
el dolor de las heridas 
que dentro escondía. 

Ya te pensé como quería 
en la guarida de recuerdos 
que mi perdón merecían. 

Mucho más allá de tí, 
donde guardo la alegría, 
por si de pronto se va el sol 
y me da miedo la oscuridad, 
tener un luz encendida. 

Por si me vuelvo loco 
y pierdo el rastro 
huyendo de mi alevosía, 
aún guardo retazos 
en el bolsillo roto 
de mis roídas utopías. 

Para mirar atrás y pensar:
te sobreviví, que no es poco...

Y te sobreviví de tal manera 
que sin ti hoy sería cualquier otro.