20 marzo, 2014

PRIMAVERA

Asoma la primavera
por el ombligo de mis quimeras 
y saca el tiempo segundos
de su maldita trinchera.

El monstruo de las mil caras,
que ansía aplastar los días;
me dice que me acostumbre,
que el resto son tonterías.

Ayer lo soñé y no puedo,
lo siento su señoría,
me obligo a hacerlo despierto,
mis ojos ya no se fían.

Que tengo aún sentimientos
debajo de mi hipocresía,
dibujando atentos
lo que llevo dentro
diciéndome "tonto,
creía que ya lo sabías".

Con los pájaros perdidos
entre vientos sin veleta,
agarradito a la cornisa
de mi inocencia analfabeta.

Dicen las agujas rotas
de la esfera que uno mira,
apréndenos hoy libres
y no pienses, sólo respira.

16 marzo, 2014

LA PAZ

Hace tiempo que "la Paz" no pasa por mi calle,
que nadie la ve en el barrio,
con sus pasos distraidos y ese dulce tarareo
que representa a los nadies.

Pregunto por ella cuando voy a comprar el pan
y es tan tremendo el silencio
que termino pidiendo media barra...
... Bastantes migajas dejamos ya a la soledad.

La espero, viendo las guerras pasar,
mirando al horizonte entre cabos sin atar,
perdiendo las nostalgias de Trafalgar
y el norte, como la del muelle de San Blas.


ECLIPSE

No pienso ser pasajero,
hoy sólo tu instante
y mañana...¿QUÉ?

Yo sí se lo que quiero,
tengo las riendas,
te he vuelto a aprender.

Me arranqué la mordaza
y no necesito corazas,
dile a tu boca
que sé contener mi sed.

Soy poseidos que danzan
en el baile de tus máscaras
vomitando una añeja tristeza,
arrancándose la piel.

Llueven verdades del cielo
y no me salen las cuentas
con los pies en la tierra
y tanta por recorrer.

Guarda tu techo embustero
hecho de trampas,
seguro que escampa
y me coge perdido otra vez.

Un gesto sincero
es esperar el arcoiris
sin pensar si me mojaré.

Lo siento mi vida:
tus ojos la luna,
el tiempo un eclipse...

El sol sale, voy a ver.

NIÑO VIEJO

¿Adónde vas tú, niño viejo?
Apenas quedan reflejos de tí en ese espejo,
solo un gato que tiene entre ceja y ceja
una madeja llena de complejos,
tan cegado que no capta las moralejas
ni atiende buenos consejos.

¿No sabes que vives entre fronteras invisibles?
Sean de prejuicios o ignorancia esas rejas.

¿No sabes que perdiste el alma en aquel declive?
Cuando tú tenías hambre y ellos un plato de lentejas.

Te sirven los restos en una bonita bandeja
si a cambio juras lealtad y no te quejas.

Al fondo, sobre la barra, un borracho
con su botella de ron añejo,
mirándote, callado, analizando los hechos:

"Devúelveme al niño y quédate al viejo,
con su equipaje de mentiras-objetos".