22 octubre, 2014

ANATOMÍA DE NUESTROS MUERTOS Y DELIRIOS (ALLÍ)

Sigues con los ojos tan abiertos
y la mirada tan perdida
como la estación en la que te conocí. 

Dicen que hay muchos años y muchos trenes
y todos llevan a lugares preciosos,
que por qué coño no puedo dejar de insistir.

Putos profetas, 
reduciéndome la existencia
a la obligación de pagar la cuenta,
ponerme el abrigo, decir Adios y salir.

Como si fuese una marioneta
de lo que esos dicen y aquellos inventan
en la osadía de empatizar sin comprender
y querer ayudar sin poderte sentir,
tan empeñados en sus propias vidas
de suertes o de rebaños
que también quieren arrastrarte a tí.

Ya escapé y ya me perdí;
estravío facturas, brújulas y relojes
y no hay días, números ni direcciones
en los que la razón me haga tan feliz.

Ya vomité, intenté olvidar
y en la agonía de la amarga memoria
pinté mi amnesia con cuentos de barniz...

...Después arañé y volví a encontrarte
acariciándome la locura,
desvistiéndome de miedos y de prisas
por encontrar la propia libertad;
arrancándome toda fuerza de la camisa
que desde niño me tejió la autoridad,
y volví a saberte decidir.

Dicen que hay muchos años y muchos trenes,
pero sólo una estación,
sólo una, de la que nadie suele salir.

Pero tú sigues con tus ojos tan abiertos
y esa mirada tan perdida
que ahora pienso si no estabas ya allí
el día que te conocí.



20 octubre, 2014

LA CASA DE LAS FLORES

Hay un caballito de madera
entre las ruinas de esa vieja casa.

La llamaban "la de las flores"
octogenarias cotillas de esa calle
la perpendicular y la de más arriba
que al fresco de la medianoche
se delataban sutiles y envidiosas,
especulando sobre cuándo marchitarían.

Que si las riegan todos los días,
que si mañana o al otro se olvidarán;
que si finalmente ocurre
y se cierra el foro sobre esta distopía
qué nuevas alegrías
tienen pa'abanicarse antes de irse a acostar.

La llamaban "la de los ruidos",
niños chillando, niñas riendo;
madre y padre gritando,
padre y madre gimiendo...
Según pudiesen cuidar a sus hijos
o delegasen en los abuelos
en la caótica complementariedad
de inocencia, amor y deseo.

Ya no hay tejas ahí arriba,
ni una cuarta en sus paredes
y dicen los fantasmas
que todo juego y pasión han de acabar.

Pero el caballito de madera
no está tumbado
y quienes lo compraron
se regalaban ramos
pensando en compartir una vida
y poder despotricar al fresco
sobre absurdas coronas para funeral.

19 octubre, 2014

GRAVEDAD

Un hombre anónimo salta,
cansado de caminar bajo soportales
mendigando comida, dinero
y algo más necesario que nadie le da.

Harto de buscar y beber cartones
para taparse los dolores
que a ostia limpia dan el frío y la soledad,
porque las cosas se han torcido
y nadie da una acepción social a perdonar.

Cuántas veces pensó en la libertad
del "no poseer, nada que perder, todo por ganar";
proyectando en el horizonte un rojo cobrizo
tan caliente que si lo tocas caes bajo un hechizo:
vivir adrede y adrede jugar con la gravedad.

Así que estira los brazos,
en el deliro del litro y medio de Conquistador,
y cuando retoma la conciencia
sonríe con la timidez que suele sobrecoger
a quien se ve tan cerca el sol.

...

Mientras, 
la reina de corazones ha entristecido,
sentada en su trono para esclavos;
se enamoró de un hombre con extrañas alas,
ojos de príncipe y barbas de mendigo
que antes de ayer vio sobrevolar
su añejo mundo de los deseos encapotados. 

Desde allí arriba la invitó a volar
pero no sabe por dónde empezar
vistiendo tan molesto y pesado abrigo.

Que pegada a esos brazos oxidados
y una anticuada corona
no la separa del suelo
ni la suma gravedad de los suspiros.

¿Cómo cambiar la autoridad
por la rebeldía que llega a deshoras
cuando nadie la educó en la demora
de no poderse despegar?
...

Caronte desde entonces
se aburre de tantas sombras y monedas;
pues no quiere esperar cien años
para mostrarles que todo puede cambiar.

Cabizbajo, suplica a Hades
que quiere ir más allá del Aqueronte
y una sirena condenada
le habló de óceanos y playas
donde el viento sopla tan fuerte
que parecen uno el cielo, la tierra y el mar.

El dios, confuso, se enfada;
"de los difuntos a los enamorados", le dice,
hay mucho trecho y ya tienes varias fechas
para centenarios que no supieron reaccionar.

La excusa fue tan barata
que el barquero inventó sus propias alas,
y con un velero volante
izó su propia bandera y abandonó la oscuridad.

...

Pues todo puede ser mucho más simple,
olor a café, salir a la calle, 
reirle a la vida cuantas veces te quiera retar;
reescribir un sueño que anoche te salió triste,
que cuando suene la alarma 
los segundos cobren mucho más sentido,
ajenos a la obligación de tener que despertar.

13 octubre, 2014

COÑO

Un músculo en la carne de lo inevitable
y el estómago que se encoge de repente;
hay tanto que no vives si no sientes...

...No olvides cómo era entonces
el páramo de un amor adolescente,
de nervios en julio y adioses en septiembre.

No digas que no sabes
de la imposibilidad de parar de retorcerte
en el charco de esa puta locura
agarrada al pecho, comiéndose las pausas,
susurrándote al oído: "sé que no me esperabas".

Se bebe las primaveras
y sabe hacerlas caer de trago;
camina de pie sobre mares
escupiendo burbujas de ahogados
que olivdaron la consecuencia de amar
y prefirieron cruzarlos a nado.

No le importa si hace frío,
pasa en mangas cortas todo el otoño;
ocupa tus pupilas y la mira
para zanjar la guerra con su ley de vida:
los besos en la boca, la saliva en el _ _ _ _ .