21 noviembre, 2013

MICROCUENTOS DEL MÁS ACÁ (I)

"Tienes que guardar las apariencias", le dijeron a ella, con su libre pensamiento y salvaje inocencia, que hicieron caso. Bien protegidas están en su congelador para consejeros descuartizados.

10 noviembre, 2013

SÓLO CUENTOS


Solo eran cuentos, sólo eso,
aquello que nos contaban antes de dormir,
los malos hoy son mucho peores
y los buenos apenas luchan por un final feliz.

Qué fue de aquellos nudos con desenlace,
¿Es que ya se comieron todas las perdices?
Si es el sueño americano o un simple bulo
para qué este puto baile de disfraces.

Qué fue de los grilletes para esos secuaces,
hoy nadie te fía para utopías,
si miras ahí arriba sólo ves sus fauces
engullendo cuanto tienen a su alcance.

Mientras las ratas roen baúles de mimbre
donde guarda recuerdos un niño
al que ya no veo en ninguna parte;
que mastica sin cabeza caramelos
y busca su cometa en el cielo
esperando volver a encontrarse.

Eres mi SIEMPRE

Aún te busco,
desde entonces entre presentes,  
en mis dudas enormes
y las certezas meridianas
a las que otras dudas suceden.

Te busco entre esas páginas,
en la cresta de mis silencios
y el escondite de cada ruido
por este mundo que tanto andaste.

Se va tu voz
y cuando eso duele la imagino
tan cercana como puedo:
alivia pensarte a mi manera,
en el más acá de esta cabeza
por tí indomable.

Se va un recuerdo
y araño cuantos puedo;
siempre son tantos
que tú eres Siempre...
Única definición clara
que hay en mi credo.

Un siempre dulce,
sin avaricia ni sufrimiento,
que arranca a la muerte
lo que pueda tener de cierto.

Porque siempre te busqué
pero solo ahora sé hacerlo aprendiendo,
con tu mirada y tu aliento
de quién acepta cada verdad con dignidad,
ya sea llorándola, ya sea riendo.

Con los ojos tristes,
los alegres e imposibles,
los ojos claros que son realistas
y los que delatan desconcierto.

Ojos que miren lo que miren,
lean lo que lean,
escondan, digan o caminen
sepan estar abiertos.

Herencia de un padre,
de un amigo,
también maestro.

La sangre que te busca,
la que hoy derramo 
si me vierto.

03 noviembre, 2013

LO EFÍMERO VA SIN RELOJ

"Quédate mi boca,
no la necesito para nada",

insistí...

Ya se lo había dicho todo 
teniéndola cerrada.

---

En otro extraño paisaje
bajo la luna de un nuevo noviembre
nos dejaron a solas
bebiendo y dándonos coba
ajenos a la vieja moda
de decir que sería para siempre.

Y no sé cuántas eses
hice para llegar hasta allí;
luego nos dijimos, reímos y al salir
yo me perdía en mis trece
pero ella está preciosa cuando no obedece
y me aferré a la bella osadía de vivir
sin temer cómo amanece.

---

Después el rastro
de la piel tramando un duelo
y huellas de gritos
todavía mojados en el suelo.

De recuerdo una prenda castigada
entre el sofá y la pared,
antes de volver a la realidad...
Se me acabó el café.