Soy reflejo de esta noche sin final...
Segundos riéndose del desamparo
se suceden como un brutal disparo,
encajan en sus trajes de balas,
luego se mojan mis párpados
y cuando su opulencia resbala
tiempo es sabor a pólvora,
olor a una cruda metáfora,
esperar que apunten y digan YA.
Soy el eco de un grito que escapa
antes de que el miedo le atrape
con cualquier incruenta trampa,
grito que ves alejarse y te alivia
aunque vuelva con más fuerza,
recto, a matar esperanzas,
a devolverte a otro presidio.
Soy el aliento tras la última palabra,
quizás un te quiero,
o un duro adiós;
puede que, peor,
el último silencio
lleno de secretos latentes
o harto de la soledad más triste.
Soy el beso que te sabe a ella
cuando somos lo que es nuestra piel,
infiel a la mente, adicta a la miel,
destronada del cerebro,
querella distante,
no hay nada que hacer.
Soy lo que no quise,
deseo perpetuo de lo invisible,
deseo insensato, segundo libre,
que de repente huye.
Soy el recuerdo de un mañana,
la estructura inédita
para máquinas y plásticos,
futuro en pretérito,
extraña primera plana en blanco,
crímen satírico en el ático,
versátil violación de la norma.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUOhh...¿y ese kuellO?? Jaj POetA!
ResponderEliminarTe has autocensurado?? xD Sii, está chulo, es me representa jaj
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