Caminamos por la playa,
pero nunca llegamos a las rocas...
Eres reflejo de una marea,
subes, bajas y dejas botellas rotas
con mojados sueños de locos
que descifro entre nuestras bocas.
Soy la fracción de vida
detenida sobre ese extraño universo;
solía quedarme arriba
mirando y temiendo, perdiendo el tiempo
describiéndolo en un verso…
Ahora callo y dejo que él me escriba.
Y ser hoy palabras inexistentes
que nunca nadie reconocerá,
adverbios circunstanciales
de lo que sólo tú y yo conocemos
en cualquier tiempo y lugar,
sin que exista modo alguno
de podértelo explicar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario