10 abril, 2015

LLUVIAS DE ABRIL

Por desesperación hice magia con tu ausencia;
media sonrisa de las tristezas y delirios de las fiebres.

Con la pasión de un puñao de amor y cuatro de rabia
eché a correr cuando ardió el bosque
en el plenilunio de aquel verano salido de tus diciembres.

Y me tiré a rescatar las llamas
que con tu nuevo uniforme extinguías,
creyéndote que mis latidos eran solo una alegoría
y nadie puede morir de ganas de verte.

Tan acostumbrado a pasar el invierno
sentado en la orilla de un río,
con un cigarro y café siempre caliente,
leyendo en el reflejo del agua
ranas saltando, lobos aullando y peces sedientos, 
hojas cayendo y lunas en ciernes...

...Y, sin dudarlo, allí me fui.

...

Fumándome un zurrón de nadas lloré el incendio
frente a un rostro hecho de ondas
tan triste y jodidamente distinto a mí
que, deformándose, me miraba sin responder,
esperando como agua de mayo 
que nos separasen las lluvias de abril.

Cuando llegaron ya estaba tan triste y cansado
de dejarme la vida en no existir
que, una vez inundado el río de las mejillas mojadas,
me decidí a lavarme la cara y partir.

A replantar la vieja alegría
que antes de nosotros me dio un jilguero
al cantarme que dos se amaron, 
sin condiciones, antes de poderme parir.

...

Me lo volví a encontrar esta mañana
mientras pateaba girones de camino a casa,
despistado con las nubes negras
que competían en el cielo por poderlo vestir. 

"Déjate de eneros y ponle letra a esto,
que si hace sol y después cae tormenta
es que hoy sale de lleno el arcoiris
y merece recibirle con otro puto Hit"

No hay comentarios:

Publicar un comentario