con notas que llevan escrito tu nombre,
porque el futuro es desesperanza prematura.
Observa cómo besos perdidos pintan en la pared
tristes epitafios o un simple “siempre seremos ayer”;
porque los recuerdos son una verdad perpetua.
Otrora el tiempo fue un astro moviéndose;
hoy todo el mundo mira el reloj
mientras pasa y pasa alrededor;
engaño es que la vida te viva, ignorándote.
Y cae el otoño sobre los sueños del hombre,
días no vividos sobre el charco de sangre
donde mueren las ideas que quisieron ser libres;
todas las verdades no dichas, a pesar del hambre;
letras que salieron de la herida para ser lumbres…
…Palabras suicidas a las puertas de diciembre.
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