A veces me sale el alma de la boca,
desgarrando cuerdas y aire como un quejío,
con la lengua de los amantes ebrios que explota
desdiciendo en el foro de demonios necios
que legislan con el corazón vacío.
Y tengo otro billete de ida hacia Echartedemenos
por la avenida sin posibilidad de huida
donde conversan con sus ruinas los eternos pasajeros.
Con un beso, una boca y un mudo Te Quiero,
una vida con aforo para todos los pájaros de tu cielo,
claro de luna, fundido a negro y celos a pelo
en este sueño real y certero por el que me desvelo.
Tirados en el sofá, no sé si fuera llueve,
dentro lo bueno es siempre dos veces breve;
tirados en la cama, no sé qué coño sucede,
trazando mapas a escala para vivirte adrede.
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