23 octubre, 2015

EL CLUB DE LOS NIÑOS INGOBERNABLES (III): AIKO

Bajo la leve luz de una tarde otoño
las hojas del libro huelen a verano
y un lector vuelve a ser niño
jugando con Aiko a hacer palmas
rodeados de caballos salvajes
en el valle de un recuerdo ya lejano.
Ya no es Turquía un país
al que viajar para olvidarte de todo;
al pasado sólo se regresa
bajo la leve luz de una tarde de otoño.
Y yo regreso si me despisto,
si el flash evoca y vuelvo a ser niño,
y siendo niño me enamoro.

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